miércoles, 30 de diciembre de 2009

Like a Phoenix


Y en los albores de la tempestad vuelvo a vosotros.

Y aquí vuelvo otra vez, a este rinconcito apartado, que hace ya tanto tiempo abandoné, con ganas, sobre todo, de escribir lo que me dicten las ganas, la mente, y el alma. Lo encontré más destartalado de lo que lo recordaba, así que antes de empezar otra vez, quise hacerle algunos arreglos visuales, como pueden ser:

-Modificar la cabecera, que la anterior obra de desarte la había parido yo, y la verdad... estaba pensado más como un apaño rápido, y al final se quedó ahí todo el tiempo que usé ésto. Así que ahora aprovechando la coyuntura de tener un colega que sabe hacer cosillas molonas... pues le pedí por toda mi jeta si podía hacer un logo, que se puede ver ahí to bonico arriba, cosa que aprovecho para agradecerle a Alvar. Por si alguien buscando drogas o qué se yo qué, se encuentra este blog y le parece chulo el logo y quiere una firma o algo, que se pase por aquí, y diga que va de parte del loco de la colina, para que le hagan descuento.

-Modificar los bordes redondeados, que si ahora no es que se vean del todo perfectos, antes se veían peor. Es posible que por desgracia cargue lento todo eso, pero, como en el juego de la oca, cada uno se jode cuando le toca.

Y bueno, ya le iré haciendo algunos arreglos sobre la marcha, según mi estado anímico y otras cuestiones metafísicas.

Como decía Robe en una canción:
Decidí, aprender a hacerme yo la maleta para poder vivir.
Decidí reabrir éste blog, como dije antes, para tener un sitio donde poder escribir lo que me apetezca. Pocas cosas han cambiado, sigo siendo un borde, y una mala persona. Probablemente soy peor que antes, pero yo siempre tiro por lo bajo cuando hablo de mí mismo, sobre todo cuando me comparo con un ser superior como podría ser Dios. Y bueno, por ahora no me queda nada más que contar, salvo que buenas noches.

PD: Que nadie se piense que voy a felicitarle a nadie el año nuevo, como mucho me voy a autofelicitar el cumpleaños con 4 días de antelación. Si alguien quiere que le felicite el año nuevo, que haga algo por mí antes, y luego ya me lo pienso.

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